Esta simbiosis minero-ferroviaria fue el hecho desencadenante para que, en este confín al noroeste de la Comunidad de Castilla y León, desde finales del siglo XIX se concibiera una red en malla de diversos ferrocarriles, con características variadas, insertos en un paisaje negruzco y verde, en el contraste entre minas de carbón y bellos paisajes de los valles, montes y hondonadas. Es preciso, por tanto, que los arqueólogos industriales analicen en profundidad la génesis de estos paisajes tan genuinos y esencialmente mineros, pues les aguarda una ardua labor a la hora de integrar todos los elementos que contribuyeron a su fisonomía: líneas, material móvil, mantenimiento, servicios, fábricas, señalización,… Es la evolución histórica de todas y cada una de estas componentes básicas la que puede lograr dar una visión retrospectiva completa y comprensible.
Cabe realizar una loa encendida a los que proyectaron y evidenciaron la conveniencia de trazados de vías que vincularan a El Bierzo con las tierras vecinas de Galicia o con las Comunidades cantábricas, pasando por Asturias. Sin embargo, estas excelentes iniciativas se quedaron sólo en eso.
En cuanto a la monografía ya mencionada, su valor es auténticamente clave pues contiene una extraordinaria galería de fotografías, planos y descripciones de líneas, ubicación de las estaciones y apeaderos, dibujos técnicos del material móvil, circulaciones, cuadros de control,… que llevan a entender de forma sencilla toda la complejidad del tráfico ferroviario.
En el artículo que ocupa casi al completo un número de una revista se defiende que, más allá de la limitada actividad con que se utilizan parte de los itinerarios, hace falta abrirse a la recuperación y restauración del Ponfeblino con fines turístico-culturales.
EL LENTO ABANDONO DEL TREN MINERO:
Fue el desuso de las máquinas de vapor, lo que provocó toda una catarsis en el Tren Minero. Este cambio decisivo se ha solventado con la sustitución o irrupción de “máquinas diesel”, con más del doble de capacidad de arrastre o carga. Los concesionarios del servicio de la línea ferroviaria, dependientes hasta entonces de la MSP, decidieron por razones lógicas transportar y trasvasar el mineral a través de la carretera, con grandes camiones. Llegado el 1985, se finalizó con las entregas de carbón a RENFE, para lo cual estaban destinadas las instalaciones de La Placa. Se clausuró, por innecesaria, la fábrica de briquetas existente en las inmediaciones de este Barrio. El servicio público de viajeros (tren correo, mixto,…) se suprimió desde 1980 en su versión “a vapor”, siendo anulado después de la imposibilidad de acordar que fuera efectuado por automotores. En este sentido, se reforzaron las líneas regulares de autobuses a las principales poblaciones mineras. Una vez puesto en servicio el nuevo lavadero de Villablino, se dejó aparcado el de Ponferrada y, así, la línea del tramo entre Ponferrada y Cubillos sería, poco a poco, desmantelada por su falta de utilidad.
MSP, en horas bajas, incluso planteó el cierre total de la línea, si bien tras la intervención de la Junta, se procedió a la renovación y adaptación del material y otras instalaciones infraestructurales con la financiación de ésta.
Fue entonces cuando se llevó a término un remozado y mejora de la vía, para lo que hubo que adquirir la Locomotora 1008 de Coverne, unas tolvas más rentables del antiguo ferrocarril “Sierra Menera” y una máquina para mantenimiento, vigilancia y conservación de la moderna vía.
El recorrido entre Ponferrada y Cubillos, en su momento olvidado, fue objeto de la invasión y corte en varios puntos, al habilitarse carreteras e incluso promociones de viviendas.
Se han construido y empleado nuevas tolvas y locomotoras en Cubillos y Villablino, para lo que se levantaron nuevos talleres. Asimismo, se acondicionaron instalaciones modernizadas, con el fin de suministrar dos trenes diarios fijos para su descarga en la térmica y con la llegada de todos los demás a la estación de Cubillos. El carbón reservado a la térmica proviene de Laciana (Villablino), o bien del cargadero de Alinos, cerca de Toreno.
REIVINDICACIÓN DE NUESTRO PATRIMONIO MINERO-INDUSTRIAL:
En el 1994 se lanzó la idea de que era provechoso recuperar el Ponfeblino: en primer lugar, a través de la edificación de un Museo del Ferrocarril en Ponferrada y, seguidamente, con el destino del Tren del Sil para servicios y promoción turísticos.
Las condiciones y requisitos se calificaban como adecuados para el nuevo aprovechamiento de la infraestructura ferroviaria. En los 80 ya incidía nítidamente sobre el sector minero una amenaza de pérdida de rentabilidad y de agotamiento como fuente de riqueza. Era preciso, pues, buscar y encontrar alternativas viables para relanzar la economía de la Región de El Bierzo-Sil, que se había apoyado demasiado en este “monocultivo”. Las propuestas pasaban, entre otras variables, por desarrollar lo que se llamaba “turismo interior”, para pasar luego a denominarse turismo rural.
Se contaba, además, con el precedente de que fueron unos cuantos miles de turistas españoles y extranjeros los que accedieron al tren “con tracción a vapor”, con la finalidad de admirar y contemplar la variedad de locomotoras a vapor todavía en funcionamiento. El encanto estribaba en que casi todos los países desarrollados ya se servían únicamente de trenes diésel o eléctricos y, ante todo, por el interés y singularidad paisajística y ecológica de los enclaves por los que discurre el trayecto, indubitadamente excepcionales.
Al intervenir la Junta en rescate del ferrocarril, tanto de las locomotoras de vapor como al comprometerse a financiar las inversiones para sufragar de modo íntegro la renovación o reforma de la línea, pareció que la situación se encaminaba por buenos derroteros. Además, rematadas todas las restauraciones en los años 90, se creyó como más adecuado añadir- dentro del lote de locomotoras a recomponer con vistas a ser exhibidas en el Museo- a la P.V. 31, aunque ésta recibiría un tratamiento especial con vistas a que encabezara el Tren Turístico contemplado.
La P. V. nº 31 es, tal vez, el prototipo más representativo de locomotora de la MSP, ya que fueron muchos los años que cumplió su misión perfectamente de arrastrar el famoso “tren correo” por la línea los días laborables. Esta “joya” se halla a buen recaudo (primero encontró cobijo en un cocherón de los talleres de la MSP en Ponferrada para, con el tiempo, ser acogida en una nave espaciosa en Cubillos del Sil (al ser inminente el derribo de los antiguos talleres). Ello la libró del deterioro que fueron acabando con sus compañeras. El estado, antes de su rehabilitación, era ostensiblemente mejor que el de las restantes, por lo que se previó fuese su función la de “capitanear” el Tren turístico. Los trabajos en ella eran, por consiguiente, más minuciosos, completos y dificultosos (y más onerosos también) que los practicados en las otras máquinas.
El 20 de diciembre del 2001 fue encendida y presentada “en sociedad”, delante de un nutrido grupo de autoridades y políticos complacientes, con asistencia de la prensa y demás medios de comunicación. Desde entonces, no se ha vuelto a hablar de ella y ha quedado como reliquia.
La MSP, por su parte, adquiría el compromiso firme de que, si el proyecto de
tren turístico iba en serio, arreglaría y ajustaría para el funcionamiento efectivo la P.V. 19, que aún se consideraba que estaba en un relativo buen estado.
Como siempre, se creó una comisión política, en la que se congregarían el Consejo de El Bierzo, los distintos Ayuntamientos de la zona de circulación del ferrocarril y, tras una sola reunión de contacto, se dio a conocer que la Junta no tenía ninguna intención de invertir lo estimado para el tren turístico berciano-lacianiego. Ello se dio a saber en el año 2003, aplazándose cualquier tipo de fondos para este objetivo a medio plazo.
ACTUALIDAD:
Otro año más y van… Sí, son casi siete años y, ante la desidia de los responsables de turismo de cualquier Administración implicada o, más bien, algún Alcalde, el “independiente” Pedro Muñoz, en una actitud que le honra, demanda sin demora a la Junta “que se atreva a dar la cara para decir que no, pero que nos digan por qué”.
Muñoz es uno de los grandes abanderados de la causa del Valle del Sil minero y exige, con total legitimidad, a la Junta que cumpla su promesa
Es más de una década de prédica y reflexión, con continuas peticiones para que “los setenta kilómetros por parajes privilegiados, con una historia industrial minera de primer nivel y que, a mayor abundamiento, constituye una demanda social” reciban una respuesta positiva, acorde con los réditos que ha regalado a toda España.
Respecto al ya insoportable retraso que va sumando hasta el extremo de no haberse empezado a tramitar, dice Muñoz: “hay que ser estúpidos para ponerle alguna pega, no sé si en la Junta consideran que somos imbéciles, pero a lo mejor les da igual”. Hay 200.000 € para confeccionar un estudio de viabilidad (o para tratar de acallarnos), mas ¿por qué no se encarga de una vez el proyecto?
Verdades como puños manifiesta el Edil de Toreno: “tanto la vía como los apeaderos existen y son recuperables. Además que la salida de Ponferrada es vital para el éxito en base a la estación principal para captar viajeros en el marco del Museo de la Energía”.
BIERZO NATURA SE POSICIONA CON EL REGIDOR TORENIENSE:
Bierzo Natura muestra rotundamente su adhesión a los postulados reproducidos del Sr. Muñoz y “rompe una lanza” para luchar por el Ponfeblino. Exigimos a nuestro Consejo un pronunciamiento claro, rotundo y contundente a favor y en reclamación del Tren turístico Ponferrada-Villablino.
Bierzo Natura recuerda que ha estado, también en cualquier circunstancia, en contra del despoblamiento de los pueblos pues una actividad sostenible y sostenida como ésta puede impedir o minimizar este declive demográfico, a la par que todos tendremos más facilidades y oportunidades para extasiarnos con las maravillas naturales, a imitación de monumentos naturales, que proliferan en el Valle del Sil y Alto Sil.
MARCELINO B. TABOADA
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