Cueva de San Genadio | ||||||||||||||
Introducción | ||||||||||||||
El Valle del Silencio es un valle de abruptas paredes calizas, labradas por un antiguo glaciar que descendía del Pico Tuerto, horadadas por algunas grutas o abrigos naturales que, en el medievo, fueron habitadas por eremitas. Sobresale, entre todas, la que fue ocupada por el monje San Genadio. Forma parte de lo que se llamó “La Tebaida Berciana” y se asienta en la vertiente norte de los Montes Aquilanos, en el término municipal de Ponferrada. Aproximación. El itinerario comienza en el Pueblo de Peñalba de Santiago. Para llegar a él saldremos de Ponferrada en donde, sin duda, encontraremos alguna señal que nos indica El Morredero o La Cabrera y, siguiéndolas, pasaremos por Puente Boeza, en donde continuaremos recto en lugar de desviarnos hacia El Morredero. Cuando lleguemos al puente de San Esteban de Valdueza nos desviaremos hacia nuestra izquierda, tomando la dirección hacia Santiago de Peñalba. Por una estrecha carreterilla, y sin ningún desvío, pasaremos por los pueblos de Valdefrancos y San Clemente y al lado de la captación de agua de Ponferrada y llegaremos a la entrada del pueblo de Peñalba de Santiago donde hay habilitado un aparcamiento y dejaremos el coche. | ||||||||||||||
Ruta | ||||||||||||||
Itinerario. Desde el aparcamiento habilitado poco antes de la entrada del pueblo, ya que no se puede entrar con coche en él, entraremos en el pueblo y haremos una visita, lo más exhaustiva posible, a la magnifica iglesia mozárabe. Cuando la demos por finalizada, continuaremos hacia lo más hondo del pueblo, por cualquiera de las callejuelas, mejor por la que baja por la trasera de la iglesia. Al terminar el pueblo, nos encontraremos en un camino que nos conducirá, sin perdida, al Valle del Silencio, cuya panorámica habremos ido apreciando desde poco antes de entrar en el pueblo. La Gruta de San Genadio se encuentra en las paredes rocosas de nuestra derecha. Para llegar a ella hemos de seguir subiendo por el camino, valle arriba, despreciando uno que sale, en descenso, hacia nuestra derecha y luego otro que sale hacía la izquierda, hasta que éste, entre unos prados, cruce el reguero. Tan pronto el camino sobrepase la zona de prados, hemos de abandonarlo y tomar, por nuestra derecha, un sendero que, por encima de estos y por la margen izquierda del valle, vuelve valle abajo. Éste nos conducirá directamente a la cueva en una hora poco más o menos. Otros itinerarios. Una vez retomado el coche puede hacerse un corto desvío hasta San Pedro de Montes y visitar las ruinas del monasterio, con una iglesia de hermosa fachada. Es también interesante una pequeña ermita que podría ser del siglo X; según dicen, al menos algunas de sus piedras esculpidas si lo son. Descenso. La vuelta ha de hacerse necesariamente por el mismo camino que la subida hasta después de cruzar el arroyo y emprender el descenso. Luego, en lugar de regresar por el mismo camino es mejor, aunque un poco más largo, tomar el camino que, por nuestra derecha, sigue casi en horizontal, bordea la roca, cruza el arroyo de Friguera y, con un buen repecho, enlaza con otro camino. Tomando este hacia la izquierda entraremos en el pueblo por la parte alta, al lado de una fuente. Solo cruzar el pueblo y llegaremos al coche. Habremos empleado alrededor de una hora. | ||||||||||||||
Observaciones | ||||||||||||||
Paisaje. El Valle del Oza es un valle muy cerrado que impresiona ya en la subida. Poco antes del pueblo de Peñalba hay una pequeña cascada, a mano derecha, que se ve desde la carretera. El riachuelo, con sus bosques de ribera, presenta rincones muy agradables. El conjunto del pueblo, con la peña alba sobre él y todo recogido en la falda de la sierra, merece un momento de contemplación. El Valle del Silencio invita al recogimiento, con sus enhiestos paredones y el continuo correr del agua. Fauna. Abundan los jabalíes. Se suelen ver los arrendajos. Flora. Colgados de la peña, se ven algunos tejos. Hay avellanos. Los bosques son de roble o de castaños. Al borde del agua alisos y chopos. En el Valle del Silencio, entre el agua, abundan los berros. Riesgos. El recorrido es por buen camino, por lo que no debería haber ninguna clase de riesgo. Cuidado con la peña: agarra mucho si está seca, pero es como el hielo si está mojada. Hay que prestar interés muy especial a la contaminación, ya que toda el agua de estos arroyos va al río Oza del que se aprovecha para beber en Ponferrada. Mapas. Mapa nº 191 del Instituto Geográfico Nacional a escala 1:50.000 o mapa nº 191-II del mismo Instituto a escala 1:25.000. |
Ivo García Álvarez